De vacaciones
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Madre e hija en la playa. Joaquín Sorolla. |
Para ir de vacaciones las familias tenemos que planificarnos con antelación y tener claros algunos aspectos importantes para
que el tiempo que vamos a pasar juntos sea lo más provechoso posible para todos.
No es lo mismo viajar con uno o varios niños, ni lo es viajar con bebés, niños
pequeños o más mayores. Las vacaciones tienen que servir, sobretodo, para
descansar, pasarlo bien y poder pasar el mayor tiempo posible juntos,
disfrutando de los niños todo lo que no podemos disfrutarlos durante el año,
con tanto trabajo, la guardería, el cole, la compra o la cocina. Para los peques puede ser una buenísima
experiencia que les ayudará a crecer y formarse tanto o más que ir a la
escuela.
A la hora de elegir el destino de vacaciones, todos los miembros de la
familia tienen que opinar y expresar sus preferencias y, aunque al final sean
los adultos los que determinen dónde ir, hay que tener en cuenta los gustos de
los niños, sobre todo a partir de los 3 años, porque ya tienen bien formada su
opinión sobre lo que les divierte y lo que no.
En
el caso de que el viaje sea con bebés, no es recomendable hacer grandes viajes
que supongan una logística demasiado complicada, porque la cantidad de cosas
que hay que llevarse cuando nos acompaña un bebé es remarcable. Hay que llevar
un cochecito, con sillita o capazo, una cuna de viaje si no podemos disponer de
ella en el destino, muchos recambios de ropa (porque los bebés se ensucian
mucho), pañales y toallitas, por lo menos los necesarios hasta que podamos
comprar más cuando lleguemos, medicamentos, la mochilita para llevar al bebé,
sus cremas y demás enseres del neceser. Por lo tanto, un viajecito a un destino
próximo, de playa o interior, donde se den facilidades para ir con bebés y
podáis disfrutar al máximo del tiempo que le podéis dedicar en estos días puede
ser suficiente. También es verdad que en esta época es más fácil ir a sitios
que a un niño le puedan aburrir, porque a un bebé de pocos meses le da lo mismo
un parque de atracciones que las iglesias románicas de Burgos. Si disponemos de
una mochila porta bebés, puede ser una muy buena opción para visitar diferentes
lugares de interés, ya que son muy cómodas para los padres y los niños, se
ciñen bien a la cintura y los hombros y los niños van bien sujetos de espalda y
cuello. El efecto somnífero de la mochila para los bebés es legendario (!), no
se valora lo suficiente.
Otra
cosa es cuando el viaje se hace con niños de 2 o 3 años o más. Ellos no
aprecian la belleza de las gárgolas de Notre Dame de París, por ejemplo. Ellos
se lo pasan en grande en la playa, en la piscina, en parques de atracciones y
en lugares donde pueden dar rienda suelta a su imaginación y liberar su
energía. Aquí hay que tener en cuenta sus preferencias más que en cualquier
otra etapa, y adaptarnos nosotros a ellos, ya que al fin y al cabo, su
felicidad es la nuestra, y hay pocas cosas más bonitas para unos padres que ver
cómo disfrutan sus hijos.
Debemos
planificar las vacaciones con niños siendo realistas, a un ritmo pausado, sin
querer hacer muchas cosas en poco tiempo. Si los niños no se lo pasan bien o no
están a gusto seguramente nosotros tampoco. Es recomendable llevar con nosotros
una sillita de paseo, aun cuando los niños ya caminan, porque al cabo del día
se cansan, y si pueden descansar, e incluso dormir en la sillita, les sienta de
maravilla. Hay que aprovechar al máximo el tiempo juntos, jugar, reír y
aprender de ellos.
A
la hora de elegir destino se nos abre una cantidad enorme de posibilidades,
adaptadas a todas las necesidades y bolsillos. Sabed que muchos destinos
promocionan servicio de actividades infantiles. Así que es bueno informarse,
ver fotos y consultar en foros sobre un destino concreto. Asimismo, hay otros
destinos con instalaciones fabulosas para los más pequeños, que pueden dejaros
un poco de tiempo libre a los papás y ayudar a los niños a relacionarse con
otros de su edad y pasárselo genial. Aprovechad las ofertas de muchas agencias
de viajes o cadenas de hoteles o campings, con niños gratis, comidas incluidas
o similares, que hoy están a la orden del día. Id lejos o cerca, a lo grande o
más modesto, y disfrutad de vuestros hijos, porque estos recuerdos serán los
mejores de nuestra vida.
Como
siempre recomiendo, tomaros vuestro tiempo, informaros en páginas web y
consultar con amigos que ya tengan hijos y con profesionales del sector del
turismo, en agencias de viajes y hoteles, para poder tomar la mejor decisión
según vuestros gustos. Recordad que estos son solamente unos consejos desde un
punto de vista personal, y que cada uno puede ir de vacaciones donde quiera,
faltaría más.
En
próximas entradas recomendaré lugares específicos basados en mi propia experiencia para que tengáis algunas
ideas.
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Niños jugando en la playa. Joaquinn Sorolla. |